lunes, 24 de noviembre de 2008

¿Seras deísta y no lo sabes?

Deísmo

Deísmo es la creencia de que Dios existe y creó el universo físico, pero no interfiere con él.

Los deístas típicamente tienden a rechazar los eventos sobrenaturales (milagros, profecías, etc.) y a afirmar que Dios no interfiere en la vida de los humanos y las leyes del universo. Por ello, a menudo utilizan la analogía de Dios como un relojero. Lo que para las religiones organizadas son revelaciones divina y libros sagrados, la mayoría de deístas entiende como interpretaciones inventadas por otros seres humanos, más que como fuentes autorizadas. Los deístas creen que el mayor don divino a la humanidad no es la religión, sino la habilidad de razonar.

El deísmo cobró notoriedad en los siglos XVII y XVIII durante la Ilustración, especialmente en el Reino Unido, Francia y los Estados Unidos, mayormente entre aquellos educados como cristianos que hallaron que no podían creer ni en la Trinidad divina, la divinidad de Jesús, los milagros ni en la infalibilidad de la Biblia, pero que creían en un solo dios.

Los deístas en general rechazan la religión organizada y los dioses personales "revelados" argumentando que Dios es el creador del mundo pero que no interviene de forma alguna en los quehaceres del mundo, aunque esta posición no es estrictamente parte de la filosofía deísta. Para ellos, Dios se revela a sí mismo a través de la ciencia y las leyes de la naturaleza.
El deísta no necesariamente negará que alguien pueda recibir una revelación directa de Dios, pero esa revelación será válida sólo para esa persona. Si alguien asevera que Dios se le ha revelado, será una revelación de segunda mano y no habrá obligación de seguirle. Esto implica la posibilidad de que se esté "abierto" a las diferentes religiones como manifestaciones diversas de una misma realidad divina hacia la que tiende nuestra naturaleza biológica, aunque no crea en ninguna en concreto como "verdadera" o "totalmente verdadera".

Las corrientes filosóficas deístas describen a un dios ajeno a la creación del mundo, a diferencia de la imagen que presentan religiones como el islamismo, cristianismo o judaísmo. Sin embargo, la corriente filosófica deísta al promover el librepensamiento no pretende establecer ningún precepto ni dogma a seguir. Por lo tanto, un deísta puede considerarse deísta cristiano, deísta judío, deísta musulmán, etc.

El deísta cree en Dios, pero se encuentra fuertemente insatisfecho con las religiones y se plantea constantemente sus principales afirmaciones.
Cree en Dios, pero no acepta los credos de ninguna religión particular.
Cree que la palabra de Dios es el Universo y la naturaleza, pero no en libros o escritos sagrados.
Le gusta usar la razón para reflexionar acerca de cómo puede ser Dios, en lugar de que le adoctrinen sobre Él.
Cree que las ideas religiosas deben reconciliarse y no contradecir a la ciencia.
Cree que Dios puede encontrarse con la misma facilidad fuera que dentro de un templo o construcción religiosa.
Disfruta de la libertad de buscar la espiritualidad por sí mismo.
Prefiere guiar sus opciones éticas a través de su conciencia y reflexión racional en lugar de por el dictado de libros sagrados o autoridades religiosas.
Es un pensador individual cuyas creencias religiosas no se han formado por la tradición o la autoridad.
Prefiere considerarse racional o espiritual antes que religioso.
Cree que la religión y el Estado deben estar separados.
Cree que hay creencias básicas religiosas que son muy racionales tras eliminar lo que pueda haber de superstición.

Las raíces del deísmo están ligadas a los antiguos filósofos griegos y, en especial, a la filosofía aristotélica de la primera causa. Posteriormente este movimiento florece durante el Renacimiento con el soporte de científicos ingleses e italianos, como Galileo y Newton; pero no es hasta la época de la Ilustración, a fines del siglo XVII, que el movimiento deísta llega a su apogeo a partir de los escritos de autores ingleses y franceses, como Thomas Hobbes, John Locke, David Hume, Jean Jacques Rousseau y Voltaire. Al mismo tiempo con los escritos de norteamericanos, como John Quincy Adams, Ethan Allen, Benjamin Franklin, Thomas Jefferson, James Madison, George Washington y, sobre todo, Thomas Paine. Concretamente los principios deístas tuvieron un efecto en las estructuras políticas y religiosas de EEUU, como son la separación entre la iglesia y el estado, y la libertad religiosa.

Uno de los deístas de referencia es Thomas Paine que en su obra Age of Reason ("La edad de la razón"),dijo que la naturaleza es la verdad y la incambiable "Palabra de Dios", sin duda. Otros importantes deístas son los filósofos de la ilustración Voltaire, Rousseau y Montesquieu. Se pueden mencionar también como deístas indirectos a los filósofos griegos Sócrates, Platón y Aristóteles, aparte de los padres fundadores de Estados Unidos como Benjamin Franklin y George Washington.

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