Importancia de la Filosofía
Es una señal de ignorancia, creer que la filosofía no tiene importancia.
Alguien dijo alguna vez que el que vive sólo al día está destinado a vivir en la oscuridad y esto es cierto, porque sólo la luz del conocimiento es la que ilumina nuestro camino.
Desde el jardín de infantes los niños tendrían que tener la oportunidad de penetrar en el mundo de la filosofía.
Esto se hace en algunas escuelas religiosas, sólo que se les brinda una sola cosmovisión, una sola explicación sobre la realidad y el hombre, que parte de un principio dogmático.
Los niños tienen inquietudes sobre los grandes misterios de la vida y se preguntan de dónde vinieron ellos o sus padres, sus abuelos, hasta llegar a hacerse el cuestionamiento básico que todo ser humano se ha hecho alguna vez: ¿De dónde surgió el primer hombre? ¿Qué es la vida? ¿Quién creó el universo? ¿Puede aparecer algo tan maravillosamente ordenado desde la nada? ¿Hacia dónde vamos cuando morimos? ¿La realidad existe o es un sueño?
Sólo los niños pueden ser verdaderos filósofos, por su inocencia, porque no están contaminados por los prejuicios ni las estructuras y porque todavía no han tenido tiempo de adoptar las ideas de otro.
En este momento histórico, en que el mundo se ha convertido en un lugar caótico y peligroso, donde la vida se ha convertido en una sucesión de obligaciones sin sentido que nos dejan vacíos y desconformes, es necesario más que nunca replantearse las preguntas básicas que permitirán al hombre encontrarse a si mismo y emerger de la oscuridad.
Las luces artificiales y el marketing nos han convencido de que los bienes materiales y las comodidades nos harán más felices, sin embargo, a pesar de tener cada día más confort y más posibilidades de acceder a mayores bienes, el hombre no se siente libre, sino un triste títere manipulado por la sociedad de consumo desesperado por las cosas y temeroso de perderlas.
La única brújula que nos permitirá recuperar el camino son los valores, porque en un mundo relativista que no puede discernir lo que es justo o bueno porque todo vale, no hay sendas ni futuro.
El hombre actual, sin valores ni conciencia de Ser, es vivido por los demás y se desliza por la banquina de la vida sin encontrar un lugar para transitar.
Es un ser humano espectador, pasivo, temeroso de vivir las experiencias directamente, prefiriendo una realidad edulcorada, sin matices, en borrador, como si estuviera siempre ensayando, para no comprometerse a pasar las cosas en limpio.
Sin embargo, a pesar del vacío de su existencia, se aferra a su cuerpo como a un salvavidas, porque ha perdido el alma y permanece flotando en la nada.
La filosofía puede ayudar a cambiar la vida y aprender a vivir en serio, sin apuntador, arriesgando siempre algo con fe, porque ser humano vale la pena.
Adoptar una filosofía consciente, porque todos tenemos una filosofía inconsciente, le dará sentido a la vida, todo cobrará significado, las cosas tendrán su justo valor, se revertirán las prioridades y el equilibrio y la confianza se restablecerán solos, sin ningún esfuerzo, sólo entregándose al hecho de ser uno mismo.
Una relación ya no será más un negocio, se convertirá en lo que es, la entrega incondicional, el encuentro y la compasión.
Los alienígenas
Hace 14 años
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